Hoy, a la pequeña Ela, se le ha caído un diente de leche y para ella, que lleva muy pocos días junto a nosotros, la historia del Ratoncito Pérez, que vivía dentro de una caja de galletas, le ha parecido mágica. Esta noche, para que el Ratón Pérez pueda realizar su trabajo y cambiarnos el diente por un regalo, pintaremos la mandala de los ratones, y después de cenar nos cepillaremos toda la boca muy bien, dejaremos una ventana abierta y guardaremos el diente debajo de la almohada.
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